domingo, 5 de abril de 2009

Ciencia Peronista al servicio de un proyecto de Pais

Hace rato que da vueltas en mi cabeza la idea de conformar un espacio de discusión acerca del rol que tiene la Ciencia dentro de un proyecto de país dentro de una ideología Peronista.

En un punto me divierte mucho la idea, ya que implica un importante grado de contradicción, ya que la ciencia se basa en la Razón y el Peronismo en el sentimiento y desde Descartes, razón y sentimiento han transitado carriles separados.

Sin embargo, hay buenas noticias, ya que las nuevas corrientes de pensamiento que llegan desde los países centrales (pero no formuladas por nativos de países centrales(1)) apuntan a que ambas vías, la racionalidad y la subjetividad, están encontrándose nuevamente. No hay razón sin un organismo sensible que la desarrolle y existen leyes que gobiernan nuestra subjetividad.

De modo, que nuestra largamente sostenida idea de una superioridad moral del Peronismo, al estar basado en el sentimiento, encuentra un asidero en las más modernas corrientes del pensamiento moderno (me refiero fundamentalmente a Antonio Damasio). Los sentimientos son más fieles, más robustos, que la razón.
Pero, bueno, más allá de esta disgreción, no es mi intención entrar a discutir las profundas contradicciones del Peronismo, sino que quisiera puntualizar la necesidad de definir cuál sería el rol de la ciencia en un Proyecto de País inspirado en lo mejor del Peronismo.

Un rol posible, y difícil, seria darle al Peronismo un lenguaje para su aplicación. Perón lo hacía, por ejemplo, cuando decía que el Peronismo debía desarrollar sus propios anticuerpos contra la traición (la cita textual es "Por eso nosotros no tememos a los traidores, más bien los aceptamos como generadores de anticuerpos que refuerzan nuestras defensas.").
Es interesante esta cita, porque es obvio que nuestros anticuerpos fallaron y en grande.
El país fue destrozado en la década del 90 por los traidores. Sin embargo, el peronismo sobrevivió y está volviendo a sus fuentes con Néstor y Cristina. Y ahora los traidores han vuelto a enfermar al movimiento.
En fin, es difícil todo esto, porque de alguna manera nos topamos con toda la enfermedad que ha sufrido el pueblo peronista, pero quizas si seguimos a fondo la lógica de la propuesta de Perón, la de desarrollar anticuerpos en lugar de tomar alguna medicina externa, quizás todos males encuentren algún sentido en desarrollar una memoria colectiva que nos permita por fin armar un país que nos haga felices.

Pero, sigo alejado de mi objetivo, el delinear el rol de la Ciencia.
Se habla a menudo de una ciencia al servicio del País. Y creo que se hace bastante. Pero, creo que nos falta fundamentalmente coordinación y cooperación en cuanto a compartir la información relevante.
Doy un ejemplo, en mi facultad hay un departamento de geología y un departamento de ciencias de la atmósfera. Es obvio que dichos departamentos cuentan con gente que posee información estratégica fundamental para el desarrollo de áreas como la minería, el petróleo y la agricultura.
Sin embargo, dicha información no difunde ni se integra a otras áreas del conocimiento. Yo como biólogo, no tengo idea de cuales son las cuencas petrolíferas de la Argentina, ni qué posibilidad tenemos de encontrar más petróleo, ni si necesitamos más estaciones meteorológicas ni si tenemos problemas de agua en Mendoza.
Peor aún, como biólogo no sé si es sustentable el cultivo de soja transgénica!
Ahora, bien, qué sentido puede tener que yo como integrante de la comunidad científica tenga esa información?
No lo se exactamente. Pero tengo una idea aproximada.
Creo que en la medida en que todos tengamos una idea mas global y mejor acerca de los problemas estratégicos, tecnológicos de diversa índole que afectan nuestro país y también el planeta, en la medida que eso ocurra, vamos a poder plantear un proyecto de país sustentable, posible e inevitable.

abrazos peronistas
Luciano